En lo alto de una montaña en la zona de Alcanar, se encuentra una casa muy especial, diseñada para disfrutar al máximo de las vistas y la tranquilidad del entorno. Aprovechando el desnivel del terreno, parte de la vivienda queda suspendida, permitiendo que el salón-comedor se abra por completo al paisaje con vistas panorámicas al mar y al campo. La chimenea aporta calidez y convierte cada atardecer en un momento para recordar.

La casa, distribuida en una sola planta, se integra de forma natural en su entorno, pero es en el exterior donde realmente brilla. Escaleras que bajan entre la vegetación llevan a un espacio chill-out privado, con zonas para descansar, leer o simplemente relajarse. Varias terrazas acogen sofás, hamacas, tumbonas y una piscina privada en una de las plataformas, todo pensado para disfrutar al aire libre con total privacidad.

El interior ha sido reformado recientemente con un estilo moderno, sencillo y cómodo. Grandes ventanales de PVC aportan luz natural, aislamiento y una conexión constante con el exterior. Desde el comedor, se puede ver el mar mientras desayunas o disfrutar de la puesta de sol al final del día.

Con licencia turística activa y toda la documentación al día, esta propiedad es perfecta como residencia habitual, casa de vacaciones o inversión con rentabilidad inmediata.

Ubicada en una zona tranquila, dentro de una urbanización con otras viviendas singulares, esta casa destaca no por su tamaño, sino por todo lo que ofrece a nivel de entorno, privacidad y calidad de vida.

Una propiedad así no solo se visita, se vive. Descubre el privilegio de habitar un espacio único. Contáctanos y ven a conocerla.